viernes, 16 de diciembre de 2011

LA PARTICIPACIÓN EN LOS CENTROS EDUCATIVOS, PROBLEMÁTICA ACTUAL Y FACTORES CONDICIONANTES


Marco teórico.

En esta entrada vamos a tratar el tema de la participación en el centro, algo cada vez más extendido y que se pone en práctica en la mayoría de centros como medio de involucración de los distintos sectores en el proceso educativo, fundamental en una estructura democrática.


Desde un punto de visto histórico se podría decir que la evolución de la democracia escolar ha seguido una línea ascendente en las diversas leyes sobre educación. La Constitución Española ya recoge que tanto alumnos, como profesores y padres intervendrán en el control y gestión de los centros (art 27.7). La LOECE (1980) fue la primera en establecer normas sobre la dirección y participación en los centros. Dividió los órganos de gobierno en unipersonales y colegiados. En la LODE (1985) ya se garantizaba la libre asociación de padres y madres de alumnos. Potenció el carácter del Consejo Escolar como órgano de gobierno en los centros públicos, dándole funciones como la elección del director o la aprobación de distintos documentos de carácter internos como el presupuesto o el RRI.  En los centros concertados, Director, Consejo Escolar y Claustro ejercían como órganos de gobierno con importante presencia de miembros de la titularidad del centro, mientras que los privados no concertados gozaban de total autonomía para organizar sus órganos de gobiernos.

Diez años después (1995) la LOPEG, con el sistema LOGSE ya en marcha corrigió la falta de candidatos a la dirección de centro y la insuficiente formación del personal directivo, a la vez que fomento la participación de los distintos sectores que participaban en la educación. Reforzó además las competencias pedagógicas del Consejo Escolar. La LOCE de 2002 establece que el Consejo Escolar pase a ser de un simple órgano de gobierno a ser un órgano de control y gestión del centro, pero pierde competencias en el régimen disciplinario de los alumnos que pasa a ser exclusividad del director, cuya selección en los centros públicos pasa a llevarse a cabo por una comisión.


Finalmente la LOE (2006) recalca que las administraciones educativas fomentarán la participación de los diversos sectores en la actividad del  centro y al Consejo Escolar se le atribuyen las competencias de aprobar el PGA, conocer las resoluciones de los conflictos disciplinarios y proponer medidas que favorezcan la convivencia en el centro, la igualada entre hombres y mujeres y la resolución pacífica de conflictos.

Las vías de participación de padres y madres son diversas, desde los periodos de adaptación de los niños en los primeros años de infantil, la presentación de profesiones en el aula hasta actividades complementarias fuera del centro, entrevistas con los maestros, el AMPA, Consejo Escolar, celebraciones,… y por supuesto el trabajo en casa continuando la labor de la escuela. Los padres deberían adquirir algunas responsabilidades compartidas con la escuela como la transmisión de normas y valores, el desarrollo de habilidades sociales de autonomía, de la autoafirmación y de la expresión de emociones, o los conocimientos y estrategias educativas.

No volveré a explicar los órganos que participación que ya explique en entradas anteriores así que simplemente haré referencia a las Asociaciones de alumnos y las AMPAs. Las primeras deben constituirse mediantes cata funcional firmada al menos por el 5% de los alumnos del centro. Tendrán estatutos y elegirán dos gestores entre los padres y los profesores. Podrán elevar sus propuestas a órganos superiores y son los únicos que conservan el derecho de asociación una vez terminada su relación con el centro.

Los AMPAs no son órganos de gobiernos sino instrumentos de participación de las familias en la vida y gestión del centro. No tiene funciones específicas.


Los principales problemas que se plantean hoy en el tema de la participación de los sectores es la falta de entusiasmo en ello. El profesorado carece de motivación para acceder a las funciones directivas. El Consejo se limita a cuestiones burocráticas y administrativas lo que favorece la apatía de sus miembros a la hora de desarrollar sus funciones en él. Se deberían mejorar las vías de comunicación con las familias para así facilitar su acceso al centro y a sus miembros, y darles la oportunidad de participar en cuestiones importantes, no sólo superficiales. 

Los alumnos de igual manera participan de muchos procesos en la vida escolar, el desarrollo de materias, la organización de grupos, celebraciones y acontecimientos, pero en el último caso quien tiene la iniciativa y decide es el docente. Para poder formar ciudadanos, el docente debe intentar dar cada vez más autonomía a los alumnos, que sean ellos los que elaboren diagnósticos y planteen acciones de mejora, que tomen decisiones y, en definitiva, que sean los verdaderos protagonistas de su desarrollo. Los profesores deben echar mano de asambleas a de clase, la figura del delegado, miembros de comisiones, etc.,… para fomentar la participación y la cooperación y gestión colectiva de los errores.



Una oportunidad de oro.

Intolerable desaprovechar esa oportunidad que brinda la legislación de ser parte tan activa del sistema educativo. Es una verdadera lastima comprobar la falta de motivación por parte de los distintos grupos para intervenir en la vida escolar. Yo desconocía las posibilidades que había actualmente porque cuando yo estaba en el colegio, entre que toda esta actividad participativa no estaba tan activa y que yo era un crío muchísimo menos espabilado de lo que lo son ahora, o por lo menos eso me parece a mi, no tenía la sensación de que ese abanico de posibilidades estuviera al alcance de todos, y siempre tuve la imagen de que director y jefe de estudios tenían el poder y la ultima palabra.

Considero importantísimo el hecho de que se abra de esa manera la organización del centro a la participación de todos los colectivos implicados en él, ya que es una verdadera forma de hacer de la educación un proyecto global hecho por y para todos. Habría que buscar la forma de motivar a los individuos a disfrutar de ese derecho, una vez que a rueda se active ya ira sola, pero hace falta que se active. También es cierto que hay que ir con pies de plomo para que nadie tome la ley por su cuenta ni se crea con más derechos de los que tiene, pero con la correcta normativa sobre la mesa y los campos de acción delimitados, creo que es uno de los avances mas importantes del proceso educativo en nuestro país.

El poder implicarse los padres en temas de convivencia, en propuestas complementarias al curriculum o en proponer o cuestionar objetivos del centro me parece fundamental para poder continuar la labor educativa desde casa. Desde el conocimiento pleno del engranaje del centro y de su forma de desarrollar su función es muchísimo más seguro que en casa el niño vaya a recibir una educación similar, fundamentada en la del centro, que la complemente a la perfección y por lo tanto que continúe por una camino seguro hacia la integralidad que se busca.

Por otro lado la implicación del alumnado tanto en tareas organizativas, como en el consejo escolar como en el propio desarrollo de la clase, va a fomentar que maduren su autonomía, su capacidad critica, su toma de decisiones, incluso que aprenda a adquirir posiciones de responsabilidad y a liderar grupos, herramientas que, sin duda, le van a servir de mucho en su mundo laboral y no laboral futuro. Como ya decía por el marco teórico el alumno debe ser el auténtico protagonista de su desarrollo y en sus manos debe estar el poder de decidir aprovechar al máximo esa oportunidad.

No se debe pasar por la vida sin implicarse en ningun proceso, todos somos parte activa de todo, y no podemos funcionar como muñecos ajenos a la realidad, hay que involucrarse, dar y generar opinión y hacer uso de todo lo que tenemos para poder conducirnos hacia donde queremos estar.

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