miércoles, 7 de diciembre de 2011

PLAN DE CONVIVENCIA DEL CENTRO EDUCATIVO. DEBERES Y DERECHOS DE LOS MIEMBROS DE LA COMUNIDAD EDUCATIVA. RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS.

MARCO TEÓRICO.

Nos quedamos aun en el tema de la convivencia escolar para hablar esta vez de la alteración de ésta y de la resolución de conflictos. La convivencia puede verse alterada por múltiples factores y desde el centro escolar deben tener muy claros los planes de actuación para prevenir esa alteración o subsanarla.

 
La Ley Orgánica de calidad de la educación ya promueve en su artículo 2, entre otras los derecho y deberes básicos del alumnado, el respeto a la dignidad personal, la protección contra agresiones físicas o morales y el respeto a las normas de convivencia del centro. Del mismo modo y, siguiendo la Ley Orgánica de protección contra la violencia de género, los centros escolares deben trabajar desde la formación en el respeto de los derechos y libertades fundamentales, la igualdad de sexos, la tolerancia y la libertad dentro de la convivencia y la prevención de conflictos.

Los directores son los que deben supervisara el cumplimiento de la normas de convivencia establecidas por la Administración y el Consejo Escolar. Para velar por ellas puede formar junto a dos maestros y dos padres la comisión de convivencia del centro con la que abordar los conflictos que se presenten y planear las medidas preventivas ante futuros acontecimientos. Estas medidas preventivas se han ido recogiendo y han dado lugar al PREVI, Plan de Prevención de la Violencia y Promoción de la Convivencia, en el que se plantean medias preventivas dirigidas al sistema educativo, otras dirigidas a la población en riesgo y otras más generales a toda la sociedad.

En el Plan de Convivencia del centro es donde se recogen las acciones preventivas del centro, de manera que se eviten posibles conflictos o se reduzca su reiteración, la resolución de los conflictos prestando una gran atención a los casos de acoso o bullying y el tratamiento y rehabilitación del alumnado de manera que puedan reponerse de la mala experiencia sufrida o en el caso de ser el ejecutor trabajar para que no vuelva a reincidir en su conducta.

El Plan de Convivencia es elaborado por el equipo directivo siguiendo las directrices del Consejo Escolar y con ayuda de la Comisión de Convivencia. Deberán tener en cuenta las propuestas realizadas por el claustro y el AMPA, y servirse del asesoramiento del servicio psicopedagógico si fuera necesario. Las directrices del plan quedarán fijadas en el PEC, los criterios de prevención y promoción de la  convivencia se establecen en el PCC y el PAT, y en el PGA se establecerán las actuaciones previstas para cada curso académico.

El desarrollo del Plan de Convivencia es responsabilidad de todos los miembros de la comunidad escolar. Sera una materia transversal que se tratara en todas las asignaturas y mas especialmente en las tutorías. Será el jefe de estudios el encargado de la coordinación y el director se encargará de la supervisión y la resolución de conflictos. El gabinete psicopedagógico se encargará de asesorar a todos los demás miembros de cómo reaccionar ante determinadas situaciones.

La comisión de convivencia deberá realizar una evaluación trimestral del desarrollo del plan, con las conclusiones de actuación y las propuestas de mejora que considere oportunas. El Consejo escolar evaluará esos informes y remitirá a la Dirección Territorial sus conclusiones, donde hay una comisión de seguimiento destinada a los planes de convivencia de cada centro. La dirección territorial elevara esos informes al IVAQUE, Institut Valencià d’Avaluació i Qualitat Educativa que los pondrá a disposición del Observatorio para la Convivencia Escolar.
En los modelos orientativos parala elaboración del Plan de Convivencia se debe atender a las propuestas del plan desde dos puntos de vista: el de los contenidos, que engloba qué se va a hacer, cómo, cuándo, procesos evaluativos,…; y el de los lugares, que indican los espacios de actuación, en clase, extraescolares el patio, a nivel de ámbito social,…

Voy a para ahora a presentar los modelos de actuación a llevar a cabo frente a un problema de alteración de la convivencia escolar. Los clasificaremos en tres grupos según la gravedad de la falta: casos leves, casos graves y casos de acoso o bullying.

 Casos leves:
Son los informes más breves. Han de recoger la información sobre los hechos sucedidos atendiendo a antecedentes y consecuencias, alcance de la alteración, situaciones, protagonistas, reiteración y gravedad. Con la información recogida hay que establecer un pronóstico inicial atendiendo a las posibles causas de la disfunción, y después proponer las medidas o actuaciones, de carácter individual si recaen sobre un solo alumno o colectivo si es todo un grupo el afectado. Las acciones más usuales a aplicar pueden ser de estilo organizativo, revisión de agrupamientos, organización de apoyos, y otras más especificas como: talleres de habilidades sociales, programas de autoestima, de empatía, técnicas de relajación,… El último paso a seguir será la comunicación con las familias.

Casos graves:
Necesitan una mayor atención que en el caso de las faltas leves, y una intervención por parte de todos los sectores que hemos nombrado anteriormente que están implicados en el Plan de Convivencia.

El proceso de evaluación del caso es más largo que el anterior y consta de los siguientes pasos:

Categorización del tipo de incidencia y perfil psicopedagógico del agresor.

Historial, revisión de antecedentes, consecuencias, acciones ya aplicadas,…

Atención a los factores personales del alumno.

Atención a factores psicopatológicos, familiares, escolares y socioculturales.

Estudio de la problemática principal desencadenante del suceso, y de otras problemáticas asociadas.



Las medidas a tomar serán las reflejadas en el PAT, en el PAD, o talleres específicos como he comentado antes, incluso se podrán tomar otras medidas externas en colaboración con otras instituciones ajenas al colegio. Se elaborará un informe confidencial individualizado donde se recojan todos los estudios de la situación realizados así como las medidas adoptadas y le seguimiento a realizar. También se comunicará a los padres y se dará parte a la admón. educativa para su traslado al Observatorio de la Convivencia.

Casos de acoso o bullying:
Estos son los casos más graves de alteración de la convivencia en el centro y cabe tratarlo con muchísimo detenimiento y sobre todo con constancia y firmeza.
Requiere de actuaciones de carácter urgente. La comunicación inicial e inmediata por parte de cualquiera de los miembros de la comunidad educativa, para que todo el equipo educativo esté informado. Sera necesaria una valoración inicial por parte del equipo directivo atendiendo a si es un caso claro de acoso y las primeras actuaciones a realizar, y la elaboración de un informe basándose en los protocolos de actuación del PREVI.


Una vez esclarecida la situación hay que adoptar medidas con la misma urgencia. Medidas de apoyo a la víctimas, revisión de los espacios y tiempos del centro, aplicación del RRI y denuncia antes las instituciones correspondientes si esto fuera necesario.

El hecho debe ser comunicado a las familias, la comisión de convivencia, el equipo de profesores del alumno, otro personal del centro que pueda tener relación con el alumno, el inspector, y las instancias externas que se consideren oportunas. El plan de actuación debe trabajar sobre el alumno víctima, el agresor y los compañeros más directos; las familias, los profesores, el centro y otras entidades y organismos.

En el seguimiento del plan de actuación se mantendrán reuniones individuales con los protagonistas, se elaborará cuestionarios para recoger información, habrá constancia escrita de todo lo ocurrido e informe a la Inspección Educativa y sobre todo, se actuará bajo la más absoluta confidencialidad.



 
MEDIDAS MÁS QUE NECESARIAS PARA UNA TRISTE REALIDAD.

Es triste asumirlo, pero así es la realidad. Cada día es necesario actualizar todo este tipo de medidas ya que estas alteraciones se reiteran en la mayoría de centros. La indisciplina de los niños de hoy en día no tiene precedentes y cada vez son más difíciles de dominar. Es importante tener claros los planes de actuación ante los diversos tipos de alteraciones que se pueden sufrir en un centro para atajarlos en la mayor brevedad y evitar futuras réplicas.

No tiene que ser una papeleta nada fácil el enfrentarte a este tipo de situaciones, hay que tener muy claras las ideas, y sobre todo los medios que tienes a tu alcance. Quizás no es tan duro el tajar al agresor como el ayudar a las posibles víctimas, conozco algún caso de gente niños que quedan muy traumatizados tras situaciones de acoso y resulta muy difícil conseguir sacarlos de ahí, en ocasiones es cuestión de años. Claro está que estos casos es cuando la reiteración ha sido múltiple, de ahí la importancia de atajarlo a tiempo.

Es labor de todos los profesores permanecer atentos en su día a día a los atisbos de este tipo de situaciones. No se  pueden pasar por alto acciones que a nuestro parecer consideramos leves o “bromas sin importancia” porque no sabemos que trasfondo puede haber detrás. Fundamental es conocer a tus alumnos, puesto que eso te dará algunos indicios de quienes pueden ser precursores de este tipo de acciones y quienes las víctimas, y por su bien deberás prestarles la suficiente atención para prevenir el que se puede desencadenar un desagradable episodio.

Aquí queda claro una vez más que la labor de los profesores no consiste simplemente en tener claro un temario, planificar, y dar clase de tal hora a tal hora. Han de ser psicólogos, han de estudiar a sus alumnos y han de ser muy, muy previsores. En sus manos está mucho más que la adquisición de conocimientos de unos niños, están lo valores que esos niños van a aprender a manejar, y está la seguridad emocional de alguno de ellos. Por lo tanto no podemos tomarnos la enseñanza como un simple 2+2=4, debemos ser sus guías, sus protectores, sus modelos, sus consejeros, sus ayudantes, sus recursos en momentos de angustia; y, consiguiendo esto, por desgracia, llegaremos alguna vez a ser más que sus propios padres. Ahí está la verdadera dureza y complicación de esta profesión, pero también la verdadera magia.


Cerraré la opinión de hoy con otra película, ésta más reciente: Un mundo mejor (2010), en la que el tema principal es la violencia en la escuela, y las consecuencias de ésta desencadena en forma de inseguridad y venganza. La crítica la ensalza y los galardones la avalan, si encima el contenido moral es bueno, debe ser una cita obligada.





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